domingo, 26 de mayo de 2013
CICLO DEL AZUFRE
El azufre forma parte de incontables compuestos
orgánicos; algunos de ellos llegan a formar parte de proteínas. Las
plantas y otros productores primarios lo obtienen principalmente en su
forma de ion sulfato (SO- 4). Estos organismos lo incorporan a las
moléculas de proteína, y de esta forma pasa a los organismos del nivel
trófico superior. Al morir los organismos, el azufre derivado de sus
proteínas entra en el ciclo del azufre y llega a transformarse para que
las plantas puedan utilizarlos de nuevo como ion sulfato. Los
intercambios de azufre, principalmente en su forma de Dióxido de azufre
(SO2) se realizan entre las comunidades acuáticas y terrestres, de una
manera y de otra en la atmósfera, en las rocas y en los sedimentos
oceánicos, en donde el azufre se encuentra almacenado. El SO2
atmosférico se disuelve en el agua de lluvia o se deposita en forma de
vapor seco. El reciclaje local del azufre, principalmente en forma de
ion sulfato, se lleva a cabo en ambos casos. Una parte del sulfuro de
hidrógeno (H2S), producido durante el reciclaje local del sulfuro, se
oxida y se forma SO2. Las bacterias desempenan un papel crucial en el
reciclaje del azufre. Cuando está presente en el aire, la descomposición
de los compuestos del azufre (incluyendo la descomposición de las
proteínas) produce sulfato. Bajo condiciones anaeróbicas, el ácido
sulfurico (gas de olor a huevos en putrefacción) es el producto
principal. Cuando este gas llega a la atmósfera, es oxidado y se
convierten en Dióxido de azufre. La oxidación posterior del Dióxido de
azufre y su disolución en el agua de lluvia produce ácido sulfhídrico y
sulfatos, formas principalmente bajo las cuales regresa el azufre a los
ecosistemas terrestres.
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